Mis libros

Uno a uno se van cerrando esos libros releídos, remarcados, maltratados, para ser guardados en un lugar donde tal vez le sirvan a alguien más, y de donde jamás los pueda recuperar, porque así debe de ser con algunos libros; tal vez sólo así pueda llegar uno nuevo ante mis ojos, con ese aroma y entusiasmo que provoca un buen libro nuevo.

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Costa Rica 2

Este viaje fuera del país fue el primero que no en realidad no significó un gusto por conocer el país, porque ya había ido, sino que era arriesgarme por conseguir el amor de una persona. Tal vez está de más explicar quién era él, pero me gustaba, físicamente y en otros aspectos, y claro que tenía que gustarme para tomar la decisión de viajar a otro país, e invertir mi dinero y esfuerzo en un viaje sólo para verlo. A final de cuentas, además de conocer otros lugares naturales de lo mucho que tiene que ofrecer Costa Rica, aprendí demasiado. Me di cuenta de lo que soy capaz de hacer cuando es por cariño, pero no siempre está bien, debo aprender a poner límites y a valorar a la otra persona de manera correcta y sin pasiones, antes de darle lo que no le corresponde. Aprendí que la gente, en cualquier etapa de la vida, puede ser muy cruel y lastimar, con o sin el propósito de hacerlo. Pasé unos lindos días, pero también pasé uno de los peores días de mi vida según recuerdo. Lo
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Parece mentira

… que hace más de 500 años éstas tierras nos fueron invadidas, saqueadas, que sufrimos el despojo de nuestros recursos, nuestras creencias, parte de nuestra identidad. Hace 500 años eran menores nuestras posibilidades de defensa por el asombro, el desconocimiento o la bondad. Parece mentira que hoy después de 500 años seguimos repitiendo las mismas historias, y que ahora no son europeos con grandes caballos desconocidos para nosotros, armaduras y armas las que nos amenazan, ahora somos nosotros mismos sociedad moderna convertidos en nuestros propios enemigos quienes despojamos, mal tratamos, vendemos nuestra propia tierra. Varias historias sobre esto ocurren ahora alrededor, Tenacatita, Wirikuta… La tierra sagrada de Wirikuta entregada como concesión a una minera canadiense. Pero ahora no son los canadienses los conquistadores ni nosotros los conquistados, somos nosotros gobierno que vende tierra para hincharse y somos nosotros pueblo que por inconsciencia, apatía,  i
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