Islandia
Vaya, parece que ha pasado mucho tiempo... Es difícil escribir cuando te enfocas demasiado en conflictos personales o de pareja. Confieso que eso fue lo que me pasó después de un fatídico Costa Rica 2.
Bueno, les cuento que en abril del 2017 viaje a Islandia con mi amiga de la secundaria Jazmín y quien yo creía que era mi novio en ese momento, Thomas, un francés con el que estuve alrededor de cuatro meses y ha sido una de las peores experiencias románticas de mi vida; pero esa es otro historia.
Si van a ir a Islandia deberían estar preparados para tres cosas principalmente,: el clima, la ausencia de ciudades y pueblos y lo costoso que es. Sí que es un país caro.
Aunque la temperatura oscilaba alrededor de los 0 grados, en realidad lo que más lastima son los fuertes vientos que llegan de verdad a lastimarte el rostro si no lo cubres. Abril fue un buen mes para viajarlo, dicen que no hacía tanto frío, no quiero imagina cómo será en invierno.
Hay que tener en cuenta que en todo el país son un poco más de 300 mil habitantes, por lo tanto, puede ser que vayas por la carretera y te tome muco tiempo encontrar una casa o algún pueblo después de otro.
El viaje nos duró tres semanas en las que dimos la vuelta alrededor de la isla en coche. Viaje que en realidad se podría hacer en 10 días si te das prisa y en 15 días con un poco más de tranquilidad.
Es un país en donde lo más que verás son cascadas, creo que vimos más de 15 en nuestro recorrido y, aunque son hermosas, es imposible recordar sus nombres o diferenciarlas. Otra cosa interesante por ver son las aguas termales, algunas son privadas y costosas, pero si buscas bien, encontrarás otras gratuitas y bastante decentes. Para mi una de las cosas más significativas fue ver nevar por primera vez en mi vida. Subir volcanes apagados y visitar geisers o glasiares, son otras de las actividades que puedes hacer.
En cuanto a la comida, en los restaurantes (a los cuales no entramos mucho por eran carísimos) tenían en el menú, caballo, ballena, oveja, pinguino, tiburón... cosa extraña porque algunos de estos animales están protegidos por estar en peligro de extinción en estas zonas. Puedes encontrar un menú muy europeo y nada tan espectacular.
El turismo es cada vez mayor en ese país, no se dan abasto para hospedar a los viajeros, por lo que vimos algunas construcciones y algunas personas nos dijeron que cada vez habrá más hoteles y hostales. Estos últimos son los más baratos; airbnb es bastante caro. Por todo esto, les recomiendo que vayan lo más pronto posible, antes de que sea imposible tomarte una bonita foto en alguno de sus espectaculares paisajes.
Algo que me decepcionó un poco fue no encontrar museos o sitios en donde aprender un poco sobre la cultura de ese lado del mundo, los vikingos grandes navegadores y conquistadores. En realidad no encontré nada. Sólo museos de volcanes, arqueología... y ya.
Vayan,vayan... pero como siempre, cuiden bien quién los acompaña.
Bueno, les cuento que en abril del 2017 viaje a Islandia con mi amiga de la secundaria Jazmín y quien yo creía que era mi novio en ese momento, Thomas, un francés con el que estuve alrededor de cuatro meses y ha sido una de las peores experiencias románticas de mi vida; pero esa es otro historia.
Si van a ir a Islandia deberían estar preparados para tres cosas principalmente,: el clima, la ausencia de ciudades y pueblos y lo costoso que es. Sí que es un país caro.
Aunque la temperatura oscilaba alrededor de los 0 grados, en realidad lo que más lastima son los fuertes vientos que llegan de verdad a lastimarte el rostro si no lo cubres. Abril fue un buen mes para viajarlo, dicen que no hacía tanto frío, no quiero imagina cómo será en invierno.
Hay que tener en cuenta que en todo el país son un poco más de 300 mil habitantes, por lo tanto, puede ser que vayas por la carretera y te tome muco tiempo encontrar una casa o algún pueblo después de otro.
El viaje nos duró tres semanas en las que dimos la vuelta alrededor de la isla en coche. Viaje que en realidad se podría hacer en 10 días si te das prisa y en 15 días con un poco más de tranquilidad.
Es un país en donde lo más que verás son cascadas, creo que vimos más de 15 en nuestro recorrido y, aunque son hermosas, es imposible recordar sus nombres o diferenciarlas. Otra cosa interesante por ver son las aguas termales, algunas son privadas y costosas, pero si buscas bien, encontrarás otras gratuitas y bastante decentes. Para mi una de las cosas más significativas fue ver nevar por primera vez en mi vida. Subir volcanes apagados y visitar geisers o glasiares, son otras de las actividades que puedes hacer.
En cuanto a la comida, en los restaurantes (a los cuales no entramos mucho por eran carísimos) tenían en el menú, caballo, ballena, oveja, pinguino, tiburón... cosa extraña porque algunos de estos animales están protegidos por estar en peligro de extinción en estas zonas. Puedes encontrar un menú muy europeo y nada tan espectacular.
El turismo es cada vez mayor en ese país, no se dan abasto para hospedar a los viajeros, por lo que vimos algunas construcciones y algunas personas nos dijeron que cada vez habrá más hoteles y hostales. Estos últimos son los más baratos; airbnb es bastante caro. Por todo esto, les recomiendo que vayan lo más pronto posible, antes de que sea imposible tomarte una bonita foto en alguno de sus espectaculares paisajes.
Algo que me decepcionó un poco fue no encontrar museos o sitios en donde aprender un poco sobre la cultura de ese lado del mundo, los vikingos grandes navegadores y conquistadores. En realidad no encontré nada. Sólo museos de volcanes, arqueología... y ya.
Vayan,vayan... pero como siempre, cuiden bien quién los acompaña.
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