Resumen, fin del 2012
Un viaje a Canadá y varios recorridos por ciudades dentro de México, esto fue lo mejor de mi año. Además de haber conseguido un trabajo de ensueño con estudiantes indígenas, un proyecto personal para el que trabajé mucho. Me titulé de maestría, tuve mi primera publicación en un libro y en una revista. Me ilusioné con un chico, dos veces. La vida me dio grandes oportunidades.
Aprendí muchas cosas, eso es bueno, pero la mayoría las aprendí a la mala... Aprendí que cada persona tiene su propio ritmo, tal vez no es tan malo ir más lento, tal vez yo no esté mal en querer vivir pronto. Debo de cuidar cada palabra que sale de mi boca y los oídos a los que las dirijo.
Aprendí a no rechazar los regalos que se me ofrecen con voluntad; el orgullo puede ser un defecto insoportable. Que está bien exigir lo que necesito, pero también debo ver más allá e intentar cuidar las necesidad de los demás. Dar sin esperar nada a cambio.
Aprendí a cuidar mis sentimientos y a quién los dirijo, controlar mis emociones, ser más reflexiva antes que activa. Prudencia, no discutir por aquellos pequeños detalles con los que puedo vivir; darle importancia a lo que importancia requiere. Ser exactamente lo que esoy buscando en los demás.
Aprendí que la gente miente, traiciona, engaña, tal vez no por maldad, y eso es normal. Darte cuenta de ello es parte de madurar. Son pocos los amigos de verdad y nuestra tarea es cuidarlos.
Quise tenerlo todo ese año y lo tuve casi en mis manos, tal vez no lo supe cuidar porque algunas de esas cosas ya no están en este 2013, o tal vez no era lo que en realidad necesito. Se alejaron personas, llegaron otras. Siento que logré tanto y a la vez tengo un sentimiento de nostalgia por lo que pudo haber prevalecido. Aprendí, eso es lo importante, lindo 2012.
Aprendí muchas cosas, eso es bueno, pero la mayoría las aprendí a la mala... Aprendí que cada persona tiene su propio ritmo, tal vez no es tan malo ir más lento, tal vez yo no esté mal en querer vivir pronto. Debo de cuidar cada palabra que sale de mi boca y los oídos a los que las dirijo.
Aprendí a no rechazar los regalos que se me ofrecen con voluntad; el orgullo puede ser un defecto insoportable. Que está bien exigir lo que necesito, pero también debo ver más allá e intentar cuidar las necesidad de los demás. Dar sin esperar nada a cambio.
Aprendí a cuidar mis sentimientos y a quién los dirijo, controlar mis emociones, ser más reflexiva antes que activa. Prudencia, no discutir por aquellos pequeños detalles con los que puedo vivir; darle importancia a lo que importancia requiere. Ser exactamente lo que esoy buscando en los demás.
Aprendí que la gente miente, traiciona, engaña, tal vez no por maldad, y eso es normal. Darte cuenta de ello es parte de madurar. Son pocos los amigos de verdad y nuestra tarea es cuidarlos.
Quise tenerlo todo ese año y lo tuve casi en mis manos, tal vez no lo supe cuidar porque algunas de esas cosas ya no están en este 2013, o tal vez no era lo que en realidad necesito. Se alejaron personas, llegaron otras. Siento que logré tanto y a la vez tengo un sentimiento de nostalgia por lo que pudo haber prevalecido. Aprendí, eso es lo importante, lindo 2012.
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