República Dominicana 2018
Lo mejor que tiene este país, por supuesto, las playas. Esos colores, el agua limpia, el oleaje tranquilo hacen que te quieras quedar para siempre. Y precisamente así lo hacen mucho extranjeros, sobre todo europeos mayores que deciden dejarlo todo en sus países para mudarse al paraíso.
Estuve solo una semana en el país, por lo que mi amiga con la que viajaba y yo decidimos ir a la capital para desde ahí visitar Isla Saona, y de ahí movernos al norte de la isla, a un pueblo que se llama Las Terrenas. Fue ahí en donde nos encontramos un pueblito con mitad gente joven que busca fiesta, y mitad retirados provenientes de otros países.
Por su parte, la capital no tiene mucho que ofrecer, un pequeño centro estilo colonial, con restaurantes internacionales que atienden al turismo, y grandes calles para comprar souvenirs. Sobre la comida local, muy tradicional de Centro América y el Caribe, con el arroz, frijoles, pollo frito, etc. En las zonas turísticas puede cambiar la oferta de platillos porque los dueños de los locales suelen ser extranjeros.
Tuve la sensación de que no es un país tan explorado aún por los turistas, al menos no en las Terrenas que fue en donde estuvimos. Eso hace que no haya aún grandes hoteles, pero también que los paseos a ciertos lugares que deberían estar protegidos, como Isla Saona, tengan una afluencia de gran cantidad de personas al día, lo que provoca que intractúen y dañen el ecosistema, por ejemplo, al tomarse fotos sujetando estrellas de mar, o incluso llevarlos como souvenir.
Otra situación que me pareció evidente fue el bajo nivel educativo. Fuera de la gente de Santo Domingo, el resto de la gente con la que tuve oportunidad de interactuar, tenía casi nula educación. Las personas que se dedican a los servicios no lo necesitan.
Rentamos un coche y manejé por la costa, al pasar por los pequeños pueblos se ve la relativa pobreza, el descuido de las calles, y la nula cultura vial. Ya después de pasar muchos momentos de tensión por los peligros evidentes al conducir, mi amiga me dijo que se había encontrado una nota en donde decía que este país era el más peligroso para conducir en todo América. Entonces decidimos que regresarimos el coche alquilado un día antes a la agencia. 😀
Sobre precios, puede ser un poco más caro que el Caribe mexicano, pero vale la pena cada gasto, consierando el panorama con el que te encuentras. Si quieres una vacaciones paradisiacas, este es el lugar.
Estuve solo una semana en el país, por lo que mi amiga con la que viajaba y yo decidimos ir a la capital para desde ahí visitar Isla Saona, y de ahí movernos al norte de la isla, a un pueblo que se llama Las Terrenas. Fue ahí en donde nos encontramos un pueblito con mitad gente joven que busca fiesta, y mitad retirados provenientes de otros países.
Por su parte, la capital no tiene mucho que ofrecer, un pequeño centro estilo colonial, con restaurantes internacionales que atienden al turismo, y grandes calles para comprar souvenirs. Sobre la comida local, muy tradicional de Centro América y el Caribe, con el arroz, frijoles, pollo frito, etc. En las zonas turísticas puede cambiar la oferta de platillos porque los dueños de los locales suelen ser extranjeros.
Tuve la sensación de que no es un país tan explorado aún por los turistas, al menos no en las Terrenas que fue en donde estuvimos. Eso hace que no haya aún grandes hoteles, pero también que los paseos a ciertos lugares que deberían estar protegidos, como Isla Saona, tengan una afluencia de gran cantidad de personas al día, lo que provoca que intractúen y dañen el ecosistema, por ejemplo, al tomarse fotos sujetando estrellas de mar, o incluso llevarlos como souvenir.
Otra situación que me pareció evidente fue el bajo nivel educativo. Fuera de la gente de Santo Domingo, el resto de la gente con la que tuve oportunidad de interactuar, tenía casi nula educación. Las personas que se dedican a los servicios no lo necesitan.
Rentamos un coche y manejé por la costa, al pasar por los pequeños pueblos se ve la relativa pobreza, el descuido de las calles, y la nula cultura vial. Ya después de pasar muchos momentos de tensión por los peligros evidentes al conducir, mi amiga me dijo que se había encontrado una nota en donde decía que este país era el más peligroso para conducir en todo América. Entonces decidimos que regresarimos el coche alquilado un día antes a la agencia. 😀
Sobre precios, puede ser un poco más caro que el Caribe mexicano, pero vale la pena cada gasto, consierando el panorama con el que te encuentras. Si quieres una vacaciones paradisiacas, este es el lugar.
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| Isla Saona |
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