En un momento

He escrito en un diario desde que tenía 10 años de edad, gracias a un cuaderno que alguien me regaló y era demasiado bonito para dejarlo en blanco. Al principio era un recuento de lo que me pasaba en el día, después era un depósito de las malas ideas que tenía contra mi madre y hermanos y toda la sociedad. Luego un desahogo de desamores y, más recientemente, descripciones de viajes, de sentimientos en momentos difíciles y de proyectos.



Descubrí en estos años que suelo escribir más cuando me siento triste, cuando algo malo me ha pasado; y cuando estoy feliz, estoy tan distraida que no escribo tanto, no lo recuerdo. ¿Por qué será? Aún no lo sé. Pero sé que siempre que regreso a leer lo que escribí, me digo a mi misma que el sufrimiento aquel que describí en realidad no era para tanto, y cuando leo algún capítulo feliz me provoca una sonrisa y la sensación de estar contenta de nuevo.


Este no será mi diario, qué aburrido sería, tampoco quiero que lo lea alguien en especial. Sólo quiero depositar esos momentos en los que tengo tanto que decir y tantas ganas de ser escuchada.


Para tener un buen pensamiento sólo basta un momento, y para olvidarlo, también un momento. Espero dejar en esta página irreal esos buenos momentos que a veces inspiran mi mente y me motivan a escribir algo...

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